Dios

Feliz 2015!!

Hola a todos! Feliz 2015! Si ya sé que está terminando el mes de enero, pero de todos modos nunca es tarde para desear el bien a alguien.
Hoy luego de haber leído el Evangelio de Juan y me he topado con el Texto de Felipe y Natanael. Me ha aparecido un texto excepcional para abrir las entradas de mi blog en este nuevo año 2015.

El Evangelio dice:

En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: «Sígueme».
Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?»
Felipe le contestó: «Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre»

Palabra del Señor. Gloria a Ti Señor Jesús.

Siempre el amor de Dios determina pasar por nuestras vidas. Él lo decide así por amor a ti y a mi. Al igual que con Felipe, Jesús quiere pasar hoy por tu vida y decirte con todo su amor y misericordia: Sígueme!
Siempre me ha impactado la fuerza del llamado de nuestro Señor Jesucristo. Con una orden de amor, te llama a seguirle y a ser sólo de él. Dejar todo para seguir al Señor. Sus huellas marcan la pauta por donde hemos de caminar. El sabe que vamos desviados, por un camino de muerte cuando no vamos de su mano. No, cuando vamos sin Jesús por cualquier camino, por muy bueno que parezca, vamos rumbo al desfiladero. Solo Él que es el camino, puede llevarnos a la vida, porque Él también es la Vida. Por eso «si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón.» Y di rápidamente, te sigo Señor!
Esto es tan importante y a la vez tan determinante en la vida, que encontrarse con Jesucristo demanda de nosotros un «reconocerle» como el Hijo de Dios, el Mesías, Rey y Señor del universo. Ahora bien, a veces nos comportamos como Natanael y creemos que Jesús, es un ser cualquiera, que no es importante, que es alguien del pasado. Y cuando creemos esto de Jesús, decimos: acaso puede servirme de algo conocerle?
Natanael podría decir «ya yo soy un hombre correcto, no hay mentira en mi, para qué necesito a este Jesús?». Pero para responder esta pregunta nos centramos en el verbo «Conocer».
A veces podemos creer que nuestra vida va genial, que nos sale de lujo. Que no necesitamos más nada. Que lo tenemos todo. Pero nos llena? Yo he visto muchas personas, que pueden vivir una vida «correcta», que viven «bien»… también yo he vivido esto en algún momento de mi vida. Pero a la hora de las chiquitas, siempre falta algo.
Conocer a Jesús es la base para llenar esos vacíos. Conocerle implica tener cercanía con él. Saber donde vive, como habla, como se comporta, amar lo que él ama. Vibrar con sus palabras.
Saben como comencé yo a conocerle? El salió a mi encuentro y me dijo: «Oh….! Randy… un hombre full de miedos… ven conmigo Hijo querido… «. Jesús me conocía sin yo conocerle. Y me amó siendo yo su enemigo. Así es Jesús, te ama, sin que tu siquiera le conozcas. Pero Él quiere hacer hoy, el primer acercamiento. Él siempre tiene las Palabras correctas para decirte que te conoce. Sus favoritas son pero con cada mensaje que nos da (así utilice otras como en mi caso, jaja), siempre está ese por debajo.
Finalmente, una vez que le conocemos, y le decimos «Eres mi Señor», Jesús quiere enseñarnos el Cielo, y verle Cara a Cara, pero Él sabe que solo es posible si vivimos en intimidad con Él.
Hoy nos da la oportunidad de reconocerle, como el Mesías, de seguir sus huellas, y decir Sí a su llamado. Que el Espíritu Santo nos ayude a responderle pronto, y que jamás desistamos de seguirle. Que podamos conocer a Jesucristo, tener intimidad con Él. Que nos ayude a decir «Jesús es Señor» de mi vida, de mi familia, de mis relaciones, de mi corazón.
Que la Bendita Madre de Dios, María Santísima, interceda por nosotros… Amen!

Pactos con Dios y Pactos con mis Hermanos

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Quiero compartir contigo esta vez, una reflexión que he desarrollado sobre la Base de mi Vida, hablo desde mi experiencia con Dios, de lo que ha significado para mi vivir en Comunidad y lo que considero significa Vivir con el «Dios de Pactos».
Creo que la vida de cualquier consagrado y de cualquier cristiano debe basarse en confiar en el pacto que Dios ha querido establecer con él.
Cuantas veces le hemos sido infiel a los pactos con Dios. ¡Pero Él jamás ha fallado!
Él de verdad conserva su Palabra. Confiar en su Palabra, confiar en la relación que Él ha querido establecer conmigo y contigo…
En este caminar, no muy largo pero vividos a plenitud, mis pactos con Dios o mejor dicho, sus pactos conmigo, han sido los que me han dado las fuerzas para seguir adelante. Sí, muchas veces en los momentos difíciles, de dudas, incertidumbre y angustia, su Palabra, su convenio conmigo, su alianza, su pacto, ha sido lo que me ha levantado. Lo que me ha llenado de fuerza para seguir adelante.
Su pacto a veces va muchísimo más allá de lo que he creído que podría hacer algún
día. Así lo he vivido yo, quizá esta también sea tu experiencia. Dios nos dice que desea encontrarse con nosotros en la eternidad y por eso, firmó en mi corazón y en tu corazón, su pacto de amor. Su impresión de tinta indeleble, que muchas veces duele, como le dolería a la hoja sentir el peso de un afilado grafito escribiendo sobre ella, o para ilustrar un poco más, así como causa dolor la aguja que hace un tatuaje. Así, y a veces mucho más, me ha dolido el alma, Cargar con la Cruz y seguir a Cristo en el caminar hacia el calvario no es nada fácil (Cf Lc 9,23), (tampoco quiero decir que se sigue a Cristo buscando facilidades. A Cristo se le sigue por Amor!) pero que gozo se siente saber que Él, está dispuesto a escribir una historia de santidad en tu vida y que al final estará su sello, estará su firma. Así como nos dice San Pablo en la Carta a los Filipenses, «firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús». Hermano, NO TE DESANIMES! ÉL comenzó la OBRA y Él la consumará!
¿Quienes somos para merecer esta firma en el corazón que llena de Esperanza el alma? ¿Quién soy para que el Señor se haya interesado en mí? ¿Qué sería de nuestra vida sin la impronta de su Amor? No somos Nadie. Él salió a mi encuentro. ¿Recuerdas cuando Él salió a tu encuentro? ¿Recuerdas cómo te sentiste? ¿Recuerdas esa experiencia? Yo todavía recuerdo aquellas palabras con las que me llamó: «No tengas miedo, yo estoy contigo».
Amigo, Hermano que lees esta nota grita conmigo: ¡Él es Fiel! Él nos prometió que estaría con nosotros hasta el final de nuestros días y aunque vivamos y pasemos por valles de sombra de muerte, su vara y su cayado nos guían. ¡Yo Creo! ¡Y quiero seguir creyendo que Él está efectivamente conmigo! ¡CRÉELO TU TAMBIÉN! ¡Dile NO al MIEDO! Y si escuchas su voz Ábrele las puertas de tu corazón, aceptale como tu Señor y Él Cambiará tu Vida para Siempre! Y si te llama a la Vida Consagrada como a mi, Dile SI! ¡No hay nada en este mundo más hermoso que ser totalmente de Cristo, en Cuerpo y Alma!
Hermanos, oremos a Dios Padre que Sella con tinta de Amor el alma, Cristo que la lava con su Sangre y El Espíritu Santo que la Santifica con sus Dones. Y que la Bendita entre todas las Mujeres, Nuestra Madre María nos ayude a decirle Sí al Plan de Dios para nuestra Vida.

Amen! Dios te Bendiga!