Amigo Verdadero

Un Pesebre humano…

54741_172319642807928_100000896800768_364402_3513498_oEs cierto que la Navidad está siempre marcada por un espíritu de alegría, cantos, jingles, esperanza, luces, fuegos artificiales y todos los colores que puedas conocer. Pero: ¿es de verdad esto el centro de la Navidad? ¿Qué es la Navidad?

Para responder esto es importante conocer el sentido etimológico de la Palabra “navidad”.

Wikipedia dice que su origen es del latín “Nativitas” que significa: Nacimiento o Pascua. Y es que el centro de esta festividad es el nacimiento precisamente, de una persona que vino para cambiar la historia de la humanidad, del mundo y del universo.

Esta persona, que divide la historia en antes y después, es Jesucristo, quien celebramos el día de su nacimiento el día de mañana (25 de Diciembre). Desde antes de nacer ya su vida era marcada por la angustia, la persecución, el miedo. ¿O creen que María y José estaban felices buscando posada? Sin embargo, María la Doncella, Esclava y Sierva del Señor, y José el Hombre Justo decían “Sí” a ese plan misterioso de Dios. Es con esta actitud que debemos comenzar a preparar el “terreno”, para que el Niño Dios venga a nacer en nuestras vidas. ¿Todo está en contra? ¿No encuentras posada? ¿Tu vida es muy difícil? ¿Los planes no te salen como piensas?

María y José nos enseñan la primera actitud para recibir esta Navidad: ESPERANZA. Si entregas tus planes a la Voluntad de Dios y tu vida esta es sus manos, créeme cuando digo: ¡NO HAY MEJORES MANOS! Si el controla tu vida, no hay problema o dificultad que valga, NADA es más grande que Dios. Es verdad a veces es duro afrontar la vida, pero debemos creer que será mejor. Y cuando tenemos esta actitud de Esperanza, vendrán los reyes con sus regalos y más importante, Nacerá El Mesías en nuestro corazón.

Evidentemente que para tener esperanza hay que tener algo que a la Virgen María acompaño toda su vida, Humildad. La Humildad es necesaria para poder fabricar Esperanza. Porque la Humildad es la Madre de todas las Virtudes.

Entonces, no te preocupes tanto por las luces, el arbolito, los regalos, la ropa y las fiestas, preocúpate más porque este Niño Dios nazca en tu vida y en la de tus Familiares. Cultiva en familia las Virtudes de la Esperanza (que es una actitud de la Vida), la humildad y el Amor. Acepta los desafíos que dios te propone y dile “Sí” al Plan de Dios. ¡No te desanimes, no te desalientes, porque estoy seguro que habrá un mañana mejor!

Que las Virtudes de Santa María Virgen y de San José su Castísimo Esposo, llenen tu vida. Y que a partir de este nuevo año puedas ser el Pesebre donde nazca el Rey reyes y Señor de señores; El Emmanuel no se aparte de ti, porque como dice su nombre Dios está “Con nosotros”.

Dios te bendiga! Feliz Navidad! Feliz Nacimiento del Mesías!

Recemos con María:

«Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.» LC 1. 42, 55

Reflexión del Evangelio según San Mateo (13, 1-23).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,1-23):

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.

Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»

Reflexión:

Es interesante primero ver la actitud de Cristo en el Evangelio, según como nos lo presente San Mateo. Primero se sentó en el Lago, para hablar cercano a las personas y luego, se subió a una barca, se sentó (otra vez) y comenzó a hablarles a multitudes. Jesús siempre tiene la intención de dirigirse a ti, incluso cuando hay demasiada gente. Él está interesado en que escuches su Palabra, por eso como buen maestro, prepara las condiciones óptimas para escuchar. Me gustaría preguntarte: ¿Qué esperas Escuchar de Jesucristo? ¿Qué tanta importancia tiene su Palabra para ti?

La mente es nuestra principal enemiga en esto de escuchar la Palabra de Dios. Santa Teresa de Jesús decía que la mente “es la loca de la casa”. Esto causa un poco de gracia pero es la mera verdad. ¿A quién no le ha llegado un pensamiento “LOCO” en medio de una oración?

Es verdad, la mente a veces se comporta como una loca. También Santa Teresa de Ávila decía que la mente era como una mariposa. Que revolotea de pensamiento en pensamiento y que nunca esta quieta. Entonces, al Cristo montarse en la barca, lo primero que quiere decirnos es ¡HEY! ¡ESTÁ ATENTO, QUE TE VOY A HABLAR!

Nos cuenta entonces que les habló “por mucho rato”. Y esto es algo bello, hermoso, Dios quiere Pasar mucho tiempo contigo. De hecho, quiere que pases la eternidad con Él. Él además sabe, que mientras más le escuches, más crece la Fe, porque la Fe viene por el Oír y el oír la Palabra de Dios.

Y ahora viene lo interesante de la Lectura. El Sembrador sale a Sembrar, y al sembrar, un poco cae en el borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Aquí vemos como hay personas o situaciones en nuestra vida, que sencillamente no pueden resistirse a comerte la vida. La Palabra de Dios es esa semilla, y hay pájaros en tu vida que se la comen. ¿Amistades? ¿La novia, el novio? ¿El Dinero, la televisión, el trabajo? Es necesario que respondas, que o quien, te quita la Palabra de Dios. ¡Deshazte de ellos!

Sigue diciendo la Palabra de Dios, que otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra y el Sol la tostó y por no tener raíz se secó. Veámoslo de otro modo y digamos que la semilla somos nosotros. Las piedras y el Sol inclemente son sinónimos de las dificultades, de los problemas. Muchas veces en nuestra vida, podemos ver como ver como ésta se seca, por causa de los problemas. ¿Te pasa a ti? A mí me ha pasado muchas veces. Los problemas parecen tan grandes como el sol y se portan tan inclementes contigo, que te puedes tostar. ¿Estás desempleado? ¿Te quedaste sin Casa? ¿No tienes qué llevarles de comer a tus hijos? ¿No tuviste Padres? ¿Tu mamá es una gruñona? ¿Perdiste a un ser querido? ¿Te sientes Solo?… Ah, pero también está la Zarza. Es la que se parece espiga, que parece que puede ayudarte a crecer, pero que cuando tiene la oportunidad… ZAS! Te hunde, te asfixia y al final te mata. ¿Te suena familiar? LA TRAICIÓN. Quien no haya vivido todavía la traición, aún le falta caminar en esta vida. Pero para los que la han vivido, se cómo te sientes… Yo también la he vivido. Jesucristo también la vivió. Todas las personas que Él sanó, todas las personas a las que les dio de comer, sus amigos más íntimos ¿Dónde estaban al final, en la Cruz? Jesucristo sabe muy bien lo que es la traición. Él te puede entender perfectamente. ¿Problemas muy Grandes?

Aquí la clave está, mis queridos hermanos, para soportar todo este lio, es el echar raíces. Y ¿Cómo hechas raíces? Teniendo la Tierra preparada. Y lo primero que debes hacer para preparar tu tierra es creer que Dios TE AMA. Y que ÉL ES MÁS GRANDE QUE CUALQUIER PROBLEMA. Prepara la tierra de tu vida para que pueda crecer Dios en ti. Límpiala de pecado. El pecado es lo que no te deja experimentar su Amor, arrepiéntete de tus pecados y pídele perdón a Dios de corazón. Ve al sacramento de la Confesión y te aseguro que comenzará un cambio en tu vida.

Recuerda que el momento más oscuro de la noche, está justo antes del amanecer. Cofia en el Señor, ten fe en su Palabra y espera a que tu vida, comience a brillar como la luz de la Aurora.

Dios te bendiga!